La cimentación de un edificio o vivienda puede mostrarse no adecuada debido fundamentalmente a dos razones:

·         Funcionamiento deficiente provocando las consecuentes lesiones, por ejemplo hundimientos asociados a terrenos blandos o rellenos colapsados.

·         Las acciones que debe soportar han aumentado y se prevén superiores a las capacidades de la cimentación existente, por ejemplo una remonta de varios pisos sobre uno existente o un cambio de uso de la estructura con  el consecuente incremento de cargas.

Frente a las situaciones anteriores, el recalce de cimentaciones con micropilotes es una de las opciones más utilizadas, transmitiendo el esfuerzo de la cimentación a terrenos suficientemente resistentes situados en profundidad. La metodología habitual se basa en la realización de los micropilotes y posteriormente una estructura cuya función es transmitir el esfuerzo desde la cimentación a los micropilotes.

Fácil, no???? Pero CUIDADO…… TIENE TRAMPA (sigue leyendo)

Cuando la cimentación a tratar pertenece a un edificio o vivienda, el recalce de la cimentación con micropilotes tiene una serie de aspectos especialmente críticos:

·         La perforación requiere maquinaria de dimensiones relativamente (respecto a los espacios de trabajo) importantes, fundamentalmente debido a la necesidad de potencia de perforación así como capacidad de reacción para manejar los útiles. Esta necesidad de espacio suele obligar a realizar obras importantes con el único objeto de dar acceso a la maquinaria a la zona de trabajo. Así mismo, al tratarse de maquinaria bastante pesada, esta es muy agresiva con el entorno, por lo que es aconsejable retirar cualquier elemento sensible de ser dañado o en su defecto protegerlo de forma importante.

·         Uno de los aspectos más críticos del recalce de cimentaciones con micropilotes es la necesidad de garantizar una adecuada transmisión de esfuerzos entre los micropilotes y las estructuras a recalzar. Lo anterior suele obligar a la realización de elementos estructurales que recojan los micropilotes y que se conectan con las estructuras a recalzar. La construcción de estos elementos estructurales puede llegar a ser especialmente compleja, más teniendo en cuenta que puede ser necesario realizarlos en interiores de difícil acceso.
 
 
·         Las técnicas habituales de realización de micropilotes son especialmente agresivas con el entorno ya que requieren la gestión de grandes caudales de fluidos y fangos en fase de perforación así como la inyección de morteros de cemento para el sellado final del micropilote, todo esto implica una difícil gestión de los residuos agravado este aspecto en el caso trabajar en interiores. Si a lo anterior le sumamos la dificultad de trabajar con equipos con motores de explosión, obtenemos una obra muy sucia y difícil de compatibilizar con el entorno.
 
·         Un último aspecto, en cierta medida derivado de los anteriores, es que gran parte de los micropilotes no se podrán realizar allí donde serían más eficientes a efectos estructurales sino donde puedan hacerse debido a las limitaciones de acceso o las posibilidades de conexión entre el recalce y la estructura. Esto implicará la aparición de excentricidades importantes ya que los micropilotes no podrán instalarse en la vertical exacta de los puntos de bajada de las cargas, esta excentricidad implicará la necesidad de elementos centradores así como un incremento de los esfuerzos a soportar por el recalce.
 
En la práctica los puntos anteriores llevan a que las obras de recalce con micropilotes implican:
  • Necesidad de realizar importantes obras previas para garantizar el acceso de los equipos a los puntos de perforación así como desalojo de toda la zona de actuación y retirada o, en su defecto, fuerte protección de aquellos elementos que estén en la zona de influencia de los trabajos.
  • El nivel de suciedad así como la dificultad para gestionar ésta hace muy difícil que las obras convivan con otras actividades, por ejemplo, si se trata de una vivienda, ésta deberá desalojarse durante todo el periodo de preparación, recalce y reparación.
 
  • La dificultad de colocar los micropilotes allí donde éstos son más eficientes implicará la necesidad de hacer más micropilotes así como precisar de elementos de conexión más importantes.
 
  • Los costes de dejar la zona de trabajo en las mismas condiciones en las que estaban antes de iniciar los trabajos de recalce pueden ser muy importantes en función de las calidades de los elementos originales.
Lo anterior tiene consecuencias claras a efectos económicos, plazo y molestias, ya que en estas obras, aunque se le suele prestar especial interés a la fase de realización de los micropilotes, el resto de fases son tan o más importantes, tanto a efectos de coste como de plazo y molestias, abajo pongo unas valoraciones, realizadas en base a mi experiencia, de los costes relativos tanto en dinero como tiempo, destaco que estas gráficas reflejan muchas obras con características muy diversas, por lo que únicamente deben considerarse como una guía genérica. Puede apreciarse que he dividido las actuaciones en tres tipologías básicas:
 
 
·         Trabajos realizados en interior de viviendas. Estas obras implican entrar en las zonas “nobles” de las viviendas con el consiguiente impacto.
·         Trabajos realizados en exteriores de viviendas. Los trabajos se realizarán en zonas ajardinadas, patios, viales, porches, etc.
·         Trabajos realizados en garajes-almacenes. Los trabajos se realizan en zonas “no nobles” de las viviendas
 
En cada tipología he representado las actividades_
 
  • Obras de acceso y protección.
  • Realización de micropilotes.
  • Elementos estructurales de conexión.
  • Reparaciones y acabados

Un análisis pormenorizado de las figuras anteriores nos permite ver que la fase de realización de micropilotes puede implicar entre el 35 y 50% del coste y entre 15 y el 30% del tiempo de las actividades, en definitiva que si únicamente pensamos en los micropilotes, estamos dejando de pensar en más de la mitad del coste y hasta el 85% del tiempo y molestias de las obras.
 
Así se han hecho muchas obras de recalce de cimentaciones en este país, con frases como las siguientes:

Cómo se me puede haber desviado el presupuesto un 30%

Creía que tardaría 3 semanas y al final han sido 3 meses

Al final me he tenido que mudar para que puedan acabar las obras

El presupuesto se ha agotado y hemos tenido que dejar los acabados para otra fase

Si lo hubiera sabido no habría ni empezado

Al final hubiera sido más barato y lógico haber tirado la casa y hacer una nueva

 

Aquí cabe hacer una reflexión:

Porqué el mercado de la construcción no ha resuelto de forma más eficiente esta situación?

Personalmente se me ocurren varias razones:

·         El sector de la construcción siempre ha visto la rehabilitación-reparación como un subsector residual y dentro de este subsector el patito feo es la rehabilitación-reparación de viviendas.

·         La organización de nuestro sector, con una fuerte implantación de la subcontratación, dificulta que las empresas se acerquen a los problemas de forma global. Se tiende a dividir los trabajos por industriales especializados. En este caso, por un lado está el industrial que realiza los micropilotes, por otro el que realiza la obra “gruesa” y luego los que realizan los acabados.

·         Los trabajos con recalce de cimentaciones implican una dificultad técnica importante, tanto a efectos geotécnicos como estructural, existiendo un nivel de riesgo mayor respecto al propio de las obras más tradicionales.

Y vosotros que opináis????

 Algunas entradas de GEOJUANJO sobre micropilotes (si queréis más, clicar la palabra clave micropilotes):
 

Gracias por vuestro tiempo

juanjo